En múltiples ocasiones, a lo largo de nuestra vida, quizás, hemos escuchado mencionar o hablar acerca del término Placer Culpable, o Gusto Culposo, y es que, tal como el nombre lo indica, hace referencia a ciertos pasatiempos o hobbies, que se pueden realizar en un determinado tiempo.
Debido a que nos genera una cierta sensación de placer, lo cual nos genera satisfacción, sin embargo, luego de este tipo de sucesos, una vez que el individuo toma consciencia de lo sucedido, siente culpa o vergüenza al haberlo disfrutado, y es por eso, que, normalmente, lo mantiene en secreto.
¿En qué consiste el Placer Culpable?
Debemos comprender en primer lugar, que para definir lo que es el Placer Culpable, debemos entender que se tratan de aquellas situaciones donde una persona, o un grupo de personas, realizan alguna acción que en un momento determinado les produce placer o una satisfacción, y luego de transcurrir el hecho, en frío, se dan cuenta de que realizan de algún modo algo perjudicial para ellos mismos, y les puede hacer sentir vergüenza de compartir ese tipo de placeres con la sociedad.
Aunado a ello, es bastante contradictorio que ocurran este tipo de situaciones, en las que deseamos desesperadamente hacer algo en específico, y luego nos sintamos bastante culpables acerca de lo realizado, esto puede verse reflejado en este clásico ejemplo, como puede ser, el comer algo que no debimos pero que nos gusta, y que no nos hace cumplir una dieta, que debamos acatar a rajatabla por motivos de salud, y comemos algo que perjudica a dicha dieta.
Normalmente, al momento de realizar este tipo de acciones, nos sentimos satisfechos en el momento, sin embargo, luego de transcurrir el tiempo, o simplemente, al ver el resultado final de ese hecho, tenemos sentimientos de culpa por haber roto, o no haber cumplido lo que se pactó inicialmente.
Placer culpable significado
El término “placer culpable” se usa para describir ciertas actividades o gustos que una persona disfruta, pero al mismo tiempo siente cierto grado de vergüenza o culpa por hacerlo. Estos pueden variar ampliamente de una persona a otra, dependiendo de sus valores personales, normas culturales y la percepción pública.
Los placeres culpables a menudo se asocian con el entretenimiento, como ciertos programas de televisión, películas, música o comida chatarra. Por ejemplo, alguien puede disfrutar secretamente de una telenovela, a pesar de que la considera de “baja calidad” o “poco sofisticada”.
Es importante destacar que el sentimiento de culpa asociado a estos placeres no se debe a que sean moralmente o éticamente incorrectos, sino a que están fuera de las normas o expectativas sociales. En otras palabras, son cosas que disfrutamos pero que pensamos que otros podrían juzgar o desaprobar.
Que es placer culpable
El término “placer culpable” es un concepto utilizado para describir algo que disfrutamos, pero al mismo tiempo nos causa un sentimiento de culpa o vergüenza. Generalmente, estos placeres están asociados a actividades, alimentos, música, películas, libros o cualquier otra cosa que se salga de las normas establecidas por la sociedad o de nuestras propias expectativas personales.
Por ejemplo, podemos sentirnos culpables al disfrutar de una película de bajo presupuesto, sabiendo que es mala, pero que a nosotros nos divierte. O quizás, nos deleitamos comiendo un postre muy calórico, a pesar de estar a dieta. En ambos casos, obtenemos placer de algo que consideramos que no deberíamos.
El placer culpable puede ser algo muy personal y varía de una persona a otra. Lo que para algunos puede ser un placer culpable, para otros puede ser simplemente un gusto o preferencia. Todo depende de nuestras normas y valores personales, y también de la importancia que le damos a la opinión de los demás.
Ejemplos de placer culpable
Uno de los ejemplos más comunes de placer culpable es la comida chatarra. Muchas personas disfrutan consumiendo hamburguesas, papas fritas, pizza, helado, entre otros alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares. A pesar de que son conscientes de que estos alimentos no son saludables, el sabor y la satisfacción inmediata que proporcionan los convierten en un placer culpable.
Otro ejemplo notable son los programas de televisión de baja calidad o de temática superficial. Aunque muchos espectadores son conscientes de que estos programas no aportan contenido significativo o enriquecedor, el entretenimiento ligero y sin complicaciones que proporcionan los hace irresistibles para algunas personas.
La música pop comercial es también un placer culpable para muchos. A pesar de que a menudo se critica por su falta de profundidad lírica y su producción en masa, mucha gente no puede resistirse a su ritmo pegadizo y a su capacidad para levantar el ánimo.
Placer culpable ejemplos
Además de los mencionados anteriormente, existen otros placeres culpables ejemplos que muchas personas experimentan. Algunos de ellos podrían incluir:
- Ver reality shows que consideramos superficiales o sin contenido significativo.
- Disfrutar de canciones de géneros musicales que generalmente no apreciamos públicamente.
- Leer novelas románticas o de fantasía consideradas “poco sofisticadas”.
Estos ejemplos nos muestran que los placeres culpables pueden ser muy variados y dependen de nuestras preferencias y los juicios que creemos que los demás harán sobre nosotros.
¿De dónde surge la culpa?
Cuando nos permitimos realizar una acción que pequeña que sea, nos genere el disfrutar de algo que no está bien visto ante la sociedad, o que puede que no nos aporte algo positivo por ser algo malo, luego de que lo hacemos, es que automáticamente, empiezan los sentimientos de culpa, y esto se debe a esa sensación de que se incumplió una ley ética o moral.
Generalmente, el problema principal radica que, en ocasiones, nos sobrepasa ese sentimiento de culpa mórbida, que simplemente aparece cuando no se cometió realmente ninguna falta o error sino que está más bien impulsado por el qué dirán, y es debido a ello, que el término Placer Culpable, se encarga de alimentar la culpa de una forma negativa, y ésta, a su vez, nos paraliza, y nos hace creer que tenemos algo mal en nosotros mismos, y muchas veces, esto puede promover distintos trastornos tanto de ansiedad, como alimenticios.
¿Por qué ocultar nuestro Placer Culpable?
Normalmente, cuando nosotros tenemos un Placer Culpable, y somos conscientes de poseerlo, nos puede ocasionar que nos veamos en la necesidad de desesperadamente querer ocultarlo, y esto, en ocasiones, se debe a la vergüenza que esto nos produce, es por esa razón, que aquí mencionaremos algunas de las posibles razones, por las que las personas mantienen sus Placeres Culpables en secreto, y es que dichas razones, son las siguientes:
Te has preguntado alguna vez, ¿cuál es tu mayor placer culpable? Identificarlo puede ayudarte a comprender mejor tus propios gustos y la forma en que percibes las expectativas sociales. Muchas veces, estos placeres pueden ser tan simples como ver una película repetidamente, escuchar una canción en bucle o comer tu postre favorito a escondidas. Reflexionar sobre nuestros placeres culpables puede ser una forma de aceptar y valorar nuestras propias preferencias, sin dejarnos llevar por el miedo al juicio de los demás. Los Placeres Culpables, no necesariamente van a desaparecer de la noche a la mañana, y es por eso, que siempre es importante disfrutar y no privarse en su totalidad del placer, ya que de la noche a la mañana, no podemos decir no comeré más chocolate, y pretender que por eso, ya los deseos hacia querer no comer más chocolate, vayan a desaparecer por completo, ya que esto no suele ser así, ya que por esa razón, es un Placer Culpable, porque no podemos evitar hacerlo, pero al mismo tiempo, sentimos culpa haciéndolo, por lo que privarnos completamente de ello, no es una buena opción. De igual modo, es importante también intentar buscar otras posibles opciones, es decir, que, si ya sabemos que el gusto por el chocolate, es nuestro Placer Culpable, entonces podríamos consumir otras cosas en su lugar, es decir, intentar en reemplazarlo por otra cosa, como podría ser un jugo, un helado, o un café, entre otros, recordemos que siempre van a existir otras opciones al Placer Culpable en sí. No obstante, esto siempre se lleva a cabo una vez que se entiende por completo que ese Placer Culpable, nos ocasiona un daño, ya que, al no ser beneficioso para nuestra salud, lo más recomendable es sustituirlo. Es importante saber que los Placeres Culposos, son catalogados como inofensivos, y esto se debe a que no afecta ni de forma directa o indirecta a ninguna persona, en su gusto o en la preferencia del otro, así como tampoco ocasionan ningún tipo de daño a la persona que lo disfruta. Los Gustos Culposos que se relacionan al entretenimiento, normalmente, hacen referencia a géneros musicales, series de televisión, o cualquier tipo de contenido, que provenga de alguna fuente de entretenimiento, como, por ejemplo, pueden ser, Netflix, HBO, Amazon Prime, videojuegos, entre otros. Debido a ello, existen ciertas personas en específico, que se verán cohibidas de compartir el gusto que tienen en cuanto a novelas o series, y muchas veces esto va relacionado a que no a todo el mundo le agrada ese tipo de contenido en específico, también existen personas que tienen gustos hacia los programas de chisme o de farándula, sin embargo al saber que no para todas las personas es algo positivo lo que nos gusta a nosotros, lo mantenemos en secreto con la finalidad de que no se nos catalogue como chismosos. Igualmente, esto también puede ocurrir en cuanto a los géneros musicales, ya que puede haber personas que se sienten atraídas hacia géneros poco tradicionales, como puede ser la música antigua y se sienten abrumados o no identificados por la música popular actual, pero al no ser tan común en las personas compartir u opinar sobre este tipo de situaciones, se mantiene en secreto. En nuestro blog podrás conseguir artículos interesantes, como el de ¿Cómo desarrollar Empatía? Tenemos también que los Gustos Culposos, se pueden manifestar en cuanto a ciertos platos de comida, ya que muchas veces, en este tipo de casos, ocultamos ante los demás, las ocasiones en donde hablamos sobre que comemos extremadamente sano, o que estamos cumpliendo una dieta para bajar de peso, sin embargo, al romper este tipo de compromisos, por ejemplo, en los fines de semana que no provoca seguir una dieta al pie de la letra, sino que queremos consumir comida chatarra, un trozo de bizcocho, o algún tipo de postre, lo cual nos lleva a ocultar lo que hacemos, para evitar malos comentarios, o simplemente porque nos sentimos culpables de haber roto esa dieta. Para concluir, podríamos decir, que no cabe duda alguna, de que los Placeres Culposos, no necesariamente son cosas negativas, a veces, simplemente, es el miedo y la vergüenza las razones que se apoderan de nosotros mismos, y nos hace creer que seremos personas poco agradables para el resto de las personas, por el simple hecho de que nos guste algo diferente, y la verdad es que esto no necesariamente debe ser de esta manera, ya que, en múltiples ocasiones solemos cohibirnos sobre lo que nos gusta, y este tipo de situaciones, nos puede generar ciertos problemas emocionales, en caso de ser así podemos acudir con un profesional de la salud mental, y que este nos brinde las herramientas necesarias para manejar adecuadamente todos estos casos que de alguna manera, nos perjudiquen en nuestra vida, debemos recordar que preservar nuestro bienestar físico y emocional siempre debe ser una responsabilidad.
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Referencias Bibliográficas
Iturralde, Rodrigo Arizaga. “El placer culpable de la mirada.” Versión Original: Revista de cine 181