Tratamiento del Autismo

Existen diferentes técnicas sobre cómo tratar el autismo y aqui te puedo ayudar. En primer lugar, ponemos de relieve los tratamientos psicológicos y, en segundo lugar y solo en caso de ser necesario, los tratamientos farmacológicos. Todos ellos comenzados a realizar, una vez el especialista nos ha dado un diagnóstico positivo de autismo.

¿Cómo es el Tratamiento del autismo?

Para que el tratamiento sea lo más eficaz posible es aconsejable ofrecer un diagnóstico precoz. Para trabajar el autismo, es importante también conocer e intervenir en el entorno psicoafectivo de la persona. En un entorno positivo y comprensivo ayuda mucho al tratamiento de los síntomas. Eso sí, ten en cuenta que los resultados variarán en función del tipo de autismo diagnosticado.

Si tienes cualquier duda sobre los tratamientos disponibles para el TEA y sobre el éxito de los mismo, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te proporcionaré información veraz y fiable para que tomes la mejor decisión para la educación de tu hijo.

Caracteristicas clinicas del autismo

El autismo, técnicamente conocido como Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición que se caracteriza principalmente por dificultades en la interacción social y en la comunicación. Los individuos con autismo a menudo tienen dificultades para entender y responder a las emociones y señales sociales de los demás. Esto puede resultar en problemas para formar y mantener relaciones personales.

Además, una característica común del autismo es la presencia de comportamientos, intereses y actividades repetitivas o restringidas. Esto puede manifestarse como una obsesión con los objetos específicos, rutinas rígidas o movimientos repetitivos (como aleteo de manos o balanceo). Estas conductas pueden ser muy pronunciadas y son un indicador clave de la condición.

Otra característica importante del autismo es la variabilidad en habilidades cognitivas. Algunas personas con TEA pueden tener habilidades cognitivas significativamente por debajo del promedio, mientras que otras pueden tener habilidades cognitivas promedio o incluso superiores. Esta variabilidad puede complicar aún más la identificación y el tratamiento del autismo.

Es importante destacar que el autismo es un espectro, lo que significa que no hay dos personas con autismo que presenten exactamente los mismos síntomas o características. Algunos individuos pueden tener síntomas leves y ser capaces de funcionar de manera relativamente independiente, mientras que otros pueden tener síntomas más severos y requerir apoyo significativo.

Finalmente, aunque el autismo es una condición que dura toda la vida, las intervenciones tempranas y apropiadas pueden hacer una gran diferencia en la vida de una persona con autismo. Con el apoyo adecuado, las personas con autismo pueden llevar vidas plenas y significativas.

Mejorar la interacción y comunicación social

Para mejorar la interacción y comunicación social en los niños con autismo podemos afrontar diferentes estrategias para mejorar ostensiblemente las habilidades sociales del niño. Recordemos que un niño con autismo no está imposibilitado para interactuar con otras personas, solamente tiene dificultades para adquirir esas habilidades siguiendo las estrategias convencionales.

El primer grupo de estrategias interactivas tiene como meta conseguir un incremento del contacto visual y del disfrutar con el juego, a la vez que se enseña a comprender las contingencias sociales y promoviendo un principio de conducta de turnos.

Una vez el niño ha alcanzado los objetivos propuestos, le pueden ser facilitados a la vez dos conjuntos de habilidades: imitación de otros y comunicación elemental con atención conjunta. Siempre hay que aprovechar los momentos en los que el niño está motivado y atento.

Aumentar la autonomía y funcionamiento

Para aumentar la autonomía del niño con autismo, es importante que exista una elevada implicación familiar y una sólida colaboración con el terapeuta. En este sentido los padres pueden ayudar a establecer determinadas estructuras temporales y espaciales.

Podemos considerar cuatro elementos. Por un lado, la estructuración del espacio en el que el niño actúa. Para ello se deben establecer espacios definidos para los lugares en los que el niño desarrolla cada una de sus actividades (sala, mesa, silla, etc.), cada espacio debe estar claramente definido para cada actividad concreta.

Por otro lado, se debe planificar el tiempo. El tipo y orden de las actividades debe seguir una pauta constante. Además, debemos ayudarle a conectar las personas involucradas en cada actividad y los espacios temporales en que estas se dividen. Se puede estructurar el tiempo de muchas formas y se pueden buscar muchos atajos visuales para que el niño comprenda qué tarea toca en cada momento.

Es importante también estructurar a las personas dentro de espacios temporales y físicos para cada tarea concreta. Es importante que sean siempre las mismas personas las que hacen cada tarea.

Por último, se deben estructurar los objetos y el lenguaje. En cuanto los objetos, debemos tratar de que sean siempre los mismos para las mismas tareas. Y en cuanto al lenguaje, debemos usar un lenguaje claro, sencillo e inequívoco.

Acabar con las conductas que afecten al funcionamiento

Para modificar ciertas conductas se recurre a las terapias cognitivo-conductuales. Mediante la aplicación de este tipo de terapias podemos conseguir cambios significativos en las conductas de los pacientes afectados por el TEA.

Una buena terapia debe incluir determinadas características para que tenga éxito en su aplicación. Algunas de estas características son:

Estrategias de análisis de conducta aplicada naturalistas (debido a los problemas de generalización).
Sensible a la secuencia normal del desarrollo.
Gran participación e implicación de los padres.
Enfoque en el intercambio interpersonal y el afecto positivo (crear estados emocionales positivos)
Compromiso compartido con las actividades conjuntas.
Lenguaje y comunicación enseñados dentro de una relación basada en el afecto positivo.
Terapia intensiva (debido a que disponen de menos oportunidades de aprendizaje).
Juego como marco de intervención (el adulto debe convertirse en un buen compañero de juego).
Intervención basada en la relación interpersonal.

Además, la detección e intervención precoz provoca una mejoría en el autismo e incrementa los aprendizajes por imitación, juego, atención compartida, comunicación verbal y no verbal, desarrollo social y emocional, habilidades cognitivas y motrices.

Nuevos tratamientos para el autismo

En el campo del autismo, los avances científicos y tecnológicos han abierto nuevas perspectivas en cuanto a tratamientos. Un ejemplo de ello son las terapias de realidad virtual, que se están explorando como una manera efectiva de ayudar a las personas con autismo a mejorar sus habilidades sociales y su capacidad para manejar situaciones que pueden resultarles desafiantes. Estas terapias permiten a los individuos practicar y aprender en un entorno seguro y controlado.

Además, las intervenciones basadas en la dieta también están ganando atención en el campo del autismo. Algunos estudios sugieren que ciertos cambios en la dieta pueden ayudar a mejorar los síntomas del autismo, aunque es importante destacar que no se trata de una cura y que cada individuo puede responder de manera diferente. Sin embargo, hay evidencia que sugiere que dietas libres de gluten y caseína pueden tener un impacto positivo en algunos individuos con autismo.

Las aplicaciones de tecnología asistencial también están demostrando ser una herramienta útil en el tratamiento del autismo. Estas aplicaciones pueden ayudar a las personas con autismo a aprender habilidades sociales, a manejar la ansiedad y a mejorar su capacidad de comunicación. Hay una gran cantidad de aplicaciones disponibles, y muchas de ellas han sido diseñadas específicamente para personas con autismo.

Finalmente, la investigación reciente ha comenzado a explorar el uso de terapias con células madre para tratar el autismo. Aunque todavía se encuentra en etapas tempranas, existe un optimismo cauteloso acerca de su potencial. Se cree que las células madre podrían tener la capacidad de reparar o reemplazar las células cerebrales dañadas que contribuyen a los síntomas del autismo.

Es importante señalar que si bien estos tratamientos son prometedores, no todos serán efectivos para todos los individuos con autismo. Cada persona con autismo es única y puede responder de manera diferente a los tratamientos. Por lo tanto, es crucial trabajar con profesionales de la salud y personalizarse el tratamiento a las necesidades individuales de cada persona.